Studio 54 de Barcelona

Studio 54 Barcelona

Una de las discotecas de mayor renombre que ha tenido Barcelona a lo largo de los años fue Studio 54 del Paral.lel. El nombre evocaba la mítica sala neoyorquina, que fue tan popular a finales de los años 1970 y que concentraba cada noche a los personajes famosos más importantes que pasaban por la ciudad de los rascacielos.

Studio 54 nada que ver con todo lo demás

Studio 54 de Barcelona fue inaugurado en medio de una gran expectación el 9 de octubre de 1980 sobre el edificio que antes había sido el Teatro Español. Un americano, de nombre Mike Hewitt, fue el promotor del proyecto. El empresario teatral Matías Colsada que era entonces el propietario del Espanyol aceptó el reto de convertir el antiguo teatro en una macrodiscoteca que tenía que marcar un antes y un después en la historia de este tipo de locales en Barcelona.

Los principios fueron algo decepcionantes. Hewitt creyó que Barcelona era como Nueva York y que toda la jet set bajaría al Paral.lel sin problemas. Pero Studio 54 se convirtió en la disco de moda de la ciudad y el éxito acabó siendo atronador, especialmente a partir del año 1982 cuando el DJ Raúl Orellana tomó las riendas de la cabina. En su interior todo era como un espectáculo para los cinco sentidos. Las lluvias de confeti, globos y algodón, las tuberías de humo, la inmensa barra, las gogos que bailaban frenéticamente en unas jaulas... Todo ello concentrado en un alucinante espacio de tres plantas coronado por un bar y unos puentes colgantes que permitían gozar de una vista aérea general de toda la discoteca siempre rellena de un empacho de luz, color y efectos especiales. Con frecuencia, las actuaciones en directo y las fiestas y celebraciones de todo tipo.

El aforo oficial del local llegaba hasta las tres mil personas. Studio 54 contribuyó a dar vida al Paral·lel, una vía que en otros tiempos fue sinónimo de bullicio nocturno y diversión asegurada y que en los años 1980 parecía sumida en una decadencia galopante. Entre los muchos conciertos inolvidables que esta sala ofreció destacan especialmente los de Depeche Mode, Ultravox, Spandau Ballet, Tina Turner, Duran Duran, Simple Minds y New Order.

Este cuento de hadas se alargó hasta 1994, año en que la macrodiscoteca fue vendida al grupo Chic, para dar paso a un corto período en que se llamó Chic Studio y después Chic Gallery, pero ya no era el mismo. En septiembre de 1996 el local fue semiderrocado manteniendo sólo la estructura del antiguo teatro. Cuatro año más tarde dio paso al restaurante-espectáculo Scenic Barcelona, ​​que pronto derivó hacia un intento de establecer un macroprostíbulo con showgirls, que la presión vecinal, ante un alcalde cada vez más impopular, logró detener. La historia más reciente del lugar que ocupó Studio 54 es la de la apertura del local teatral Artèria y sala Barts.

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